Tiempo para sentir...

Ya pasó, ya se acabó… Una semana larga, una prueba de fuego superada, una añoranza. “Semos duros..” o por lo menos vamos de ello, pero detrás o debajo de la coraza de cada uno hay un ser sensible que busca un apoyo.

Siempre insistiré en que las cosas no se dicen, se demuestran, y en ello me desvivo día tras día. Soy consciente de las muchas carencias que tengo, algunos que leéis esto las conocéis de sobra, pero intento superarme día a día. Incredulidad ante dichas palabras, no me importa…

Dar, sin pedir, entregar sin recibir, con eso me conformo y me basta. Se que no se entiende, son elecciones propias. Decisiones tomadas, sentimientos contradictorios, deseos contenidos.

La culpa como motor destructor de situaciones, como desencadenante de procesos de extinción. Pero somos fuertes, aunque algunos tengan tendencia a infravalorar nuestras posibilidades, soportamos presiones mucho más allá de un límite racional. Aunque al final se impone la coherencia, lo fuerte seguirá siendo fuerte y lo débil se diluirá con el transcurso del tiempo.

Llegará un momento en el que solo recordemos una silueta, una imagen borrosa de unos hechos acontecidos, un sentimiento de bienestar y con eso nos sobrara para recordar un momento vivido, una ilusión perdida, pero añorada…

Escribiendo esto, estoy constatando lo verdadero de las leyes de Over, que próximamente postularé, la famosa onda en que vivimos y diferentes estados en los que nos encontramos. Líneas que se cortan, puntos coincidentes en el continuo espacio-tiempo que permiten que vivamos momentos irrepetibles.

Sonando: this love
Estado: sensible