El tiempo, intangible, algo que no podemos entender, ni controlar. Algo que nos empeñamos en medir, y al que asociamos efectos que nada tienen que ver con él.Nos hemos inventado una forma de medir nuestro tiempo; ilusión que nos permite albergar la esperanza de un control; días, semanas, meses, años, etc… Sin embargo con algo tan intangible, no es extraño, que cada uno imponga ciclos y cree unidades de medida personales.
En mi caso, me he percatado que anteponiendo a los meses, me muevo por ciclos quincenales básicamente. No es que no siga el resto de unidades, simplemente que, como referencia, estos ciclos me permiten una mejor planificación y control de todo lo que me motiva y me ronda.
Realmente me muevo a base de días, quincenas, periodos estacionales, verano (Marzo-Octubre) e invierno (Noviembre-Febrero), y claro está, años como unidad de control de tiempo absoluta.
El calendario, es un invento para controlar y organizar a grupos humanos, de hecho el mismo término proviene de los libros que los prestamistas utilizaban, kalendarium, para anotar a los deudores y los importes respectivos. Las variaciones en la duración de los calendarios así como el periodo de comienzo de los años, a lo largo de la historia de las civilizaciones, son bien conocidas.
Otra forma más de control, que es ejercida y asimilada a lo largo de generaciones de costumbres impuestas. Tradiciones ancestrales que marcan nuestros ciclos vitales.
Los ciclos impuestos condicionan tu vida, los ciclos auto impuestos te permiten gestionarla y adaptarte mejor a los continuos cambios que sufrimos.
Terminando ya, esto no es más que una opinión. Una de tantas idas de olla de las que me asaltan a lo largo del día, y que poco a poco van aflorando moldeando una visión particular del mundo.
Sonando: Save Tonight
Estado: Developer
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