martes, 4 de marzo de 2008

El dilema...

Atravieso una etapa oscura, ha tocado el ciclo de bajada, anterior al subidón primave- ral, aunque en realidad esa será una época mala. La alergia juega malas pasadas estos días, picores, ronchas, estornudos varios, escozor de ojos y una serie de síntomas característicos de la polinización. También pueden ser los coletazos del huracan de los 34, o no...

Me siento como si hubiera dado un paso atrás, y en realidad no se si es así, y realmente no quiero que sea así. Cierto es que el ambiente actual poco contribuye a mejoras sustanciales, he llegado a una encrucijada, y un abismo se abre ante mis ojos, y un maltrecho puente une los dos extremos. Solo hay dos opciones posibles, abandonar y volver sobre mis pasos, para regocijo de mis enemigos, o intentar cruzar y arriesgarme a un viaje sin retorno.

Puede que el paso no aguante mi peso y se rompa a mitad de camino, puede que una vez en la otra orilla el puente haya sucumbido y no haya marcha atrás. Pero también puede que consiga lo que ansió y me complete en otra faceta más.

El problema es más complejo de lo que en un principio pudiera parecer. Por una parte el conformismo de quedarse con lo que se tiene, por otra el riesgo a perder lo actual, bien por defecto o por exceso, nunca sabemos cual es la decisión correcta… Y no soy yo persona de fácil conformar, tozudo, y con bastante mal perder, aunque sabiendo aceptar la derrota, y mucho amor propio que me empuja a hacer cosas impensables. Sin embargo lo que puede parecer positivo para unas cosas también puede ser negativo, todo se compensa, y es que en mi afán por conseguir esas cosas puedo conducirme a mi propia destrucción.

Lo que si esta claro es que donde estoy soy vulnerable, con todo al descubierto, presa fácil, y alguna decisión al respecto debo tomar. Si renuncio, el problema seguirá latente, da igual que yo no lo afronte seguirá ahí, si insisto puede que solo termine en el fondo del abismo. Difícil decisión, y mientras el tiempo pasa, mi peor enemigo acecha, mi otro yo espera verme caer para confirmar lo errado de mis pensamientos, el cambio necesario en el que no creo.

Y en semejante situación yo os pido consejo… ¿Que harías en mi lugar?

Sonando: Down on my knees
Estado: Dubitativo
Posted by Picasa

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Había una vez un rey muy poderoso que reinaba un país muy lejano. Era un buen rey. Pero el monarca tenía un problema: era un rey con dos personalidades.


Había días en que se levantaba exultante, eufórico, feliz. Ya desde la mañana, esos días aparecían como
maravillosos. Los jardines de su palacio le parecían más bellos. Sus sirvientes, por algún extraño fenómeno, eran amables y eficientes esas mañanas.


En el desayuno confirmaba que se fabricaban en su reino las mejores harinas y se cosechaban los mejores frutos. Esos eran días en que el rey rebajaba los impuestos, repartía riquezas, concedía favores y legislaba por la paz y por el bienestar de los ancianos. Durante esos días, el rey accedía a todos los pedidos de sus súbditos y amigos.


Sin embargo, había también otros días. Eran días negros. Desde la mañana se daba cuenta de que hubiera preferido dormir un rato más. Pero cuando lo notaba ya era tarde y el sueño lo había abandonado.


Por mucho esfuerzo que hacía, no podía comprender por qué sus sirvientes estaban de tan mal humor y ni siquiera lo atendían bien. El sol le molestaba aun más que las lluvias. La comida estaba tibia y el café demasiado frío. La idea de recibir gente en su despacho le aumentaba su dolor de cabeza.


Durante esos días, el rey pensaba en los compromisos contraidos en otros tiempos y se asustaba pensando en cómo cumplirlos. Esos eran los días en que el rey aumentaba los impuestos, incautaba tierras, apresaba opositores.


Temeroso del futuro y del presente, perseguido por los errores del pasado, en esos días legislaba contra su pueblo y su palabra más usada era NO. Consciente de los problemas que estos cambios de humor le ocasionaban, el rey llamó a todos los sabios, magos y asesores de su reino a una reunión.


—Señores –les dijo— todos ustedes saben acerca de mis variaciones de ánimo. Todos se han beneficiado de mis euforias y han padecido mis enojos. Pero el que más padece soy yo mismo, que cada día estoy deshaciendo lo que hice en otro tiempo, cuando veía las cosas de otra manera.


Necesito de ustedes, señores, que trabajéis juntos para conseguir el remedio, sea brebaje o conjuro que me impida ser tan absurdamente optimista como para no ver los hechos y tan ridículamente pesimista como para oprimir y dañar a los que quiero.


Los sabios aceptaron el reto y durante semanas trabajaron en el problema del rey. Sin embargo todas las alquimias, todos los hechizos y todas las hierbas no consiguieron encontrar la respuesta al asunto planteado. Entonces se presentaron ante el rey y le contaron su fracaso.


Esa noche el rey lloró.


A la mañana siguiente, un extraño visitante le pidió audiencia. Era un misterioso hombre de tez oscura y raída túnica que alguna vez había sido blanca.


—Majestad –dijo el hombre con una reverencia—, del lugar de donde vengo se habla de tus males y de tu dolor. He venido a traerte el remedio.


Y bajando la cabeza, acercó al rey una cajita de cuero. El rey, entre sorprendido y esperanzado, la abrió y buscó dentro de la caja. Lo único que había era un anillo plateado.


—Gracias –dijo el rey entusiasmado— ¿es un anillo mágico?


—Por cierto lo es –respondió el viajero—, pero su magia no actúa sólo por llevarlo en tu dedo...
Todas las mañanas, apenas te levantes, deberás leer la inscripción que tiene el anillo. Y recordar esas palabras cada vez que veas el anillo en tu dedo.


El rey tomó el anillo y leyó en voz alta:


Debes saber que ESTO también pasará.

Ro

Overload dijo...

Ya me se el cuento... Lo que pido es una opinion... nada mas... Nada de historias, que en el mundo de los cuentos todo es muy bonito....

Anónimo dijo...

Si no lo tienes claro...porque tomar una decisión? hay plazos? la decisión que tienes que tomar es como presentar la declaración de la renta, con una fecha límite?

A veces un paso hacia atrás es necesario para coger impulso y salir disparado hacia delante.

No te agobies, ya lo verás claro en su momento...

Aunque...que te podría decir sino una chica libra.... ;D

Un beso

Olga

Overload dijo...

Hola Olga,

Tan sabia como siempre ;). El tema realmente es así, no hay plazos, pero cuando uno no se marca límites las cosas se terminan descontrolando.

Coincido en que un paso hacia atrás muchas veces es necesario, pero cuando no estas seguro de si ese paso hacia atras supone una toma de fuerza o un recesión es cuando las dudas asaltan...

Pero bueno, supongo que es un ciclo y todo pasa ;)

Anónimo dijo...

La alergia te hace ver todo feo; te encuentras mal, estornudas, tienes ronchas y te pican los ojos...(mientras no te vuelvas verde y te salgan antenas y escamas)

Esta noche antes de irte a la cama un colacao caliente y a dormir tempranito!!! Y ya verás como mañana lo verás todo mejor, y si no es mañana será pasado, y si no es mejor, será más claro, don't worry

Un beso

Olga

LILIT dijo...

Lo importante es que en todo este proceso siempre has sido fiel a tí mismo, eso nunca lleva a error, te lo aseguro. Vas bien, Peter, vas bien.
Respira hondo.Mira en tu interior. ¿Borrarías un sólo segundo?
entonces vas bien.
ese es el termómetro.

Un achuchón muy fuerte.

Overload dijo...

Cierto lilit... Y me alegra saber que sigo teniendo capacidad para sorprenderte con mi proceso ;) No solo no borraria nada, sino que el termometro indica que la cosa va por buen camino... un camino con subidas y bajadas, una noria a la que me he subido. :D

No sólo voy bien, sino que la parte más dura no la vivo yo. Las presiones a las que estamos sometidos en el día a día son enormes, y aunque yo voy envalentonao, el papelon esta en otro sitio.

;)