Gira y gira...

La rueda de la diosa fortuna sigue girando, como diría “mi amigo” Ignatius… y por fin la espiral ascendente parece que no tiene fin.

Cierto es, como él indica, que aunque estás en una sentido u otro hay puntos complementarios puntuales que sirven de alivio o de carga a la tendencia principal. El caso es que nunca sabes en que punto estas de la rueda, cuanto queda para el final del ciclo, y a que extremos te llevará esta situación.

Por suerte o por desgracia todo es cíclico, y este último mío empezó hace 2 años, desde el punto más bajo en el que nunca he estado. Puede que la vuelta a viejos hábitos, largas horas muertas en silencio -mi silencio-, la tranquilidad de mi casa cuando llego y me reencuentro conmigo mismo, mis libros queridos, y olvidados por momentos, el coder mode -que he recuperado-, la búsqueda constante de respuestas y el ansia de conocimiento, hayan facilitado la labor. Encuentros puntuales, encuentros furtivos, viejos y nuevos amigos…

Claro está, y como antes decía, todo esto tiene alguna que otra consecuencia no tan favorable… sin más, en los últimos dos días he dormido unas 6 horas… Tanto que hacer y tan poco tiempo…

Sin embargo, me siento bien, cada día mejor… disfruto de cada momento, vivo ilusionado, y ansió descubrir cosas. He recuperado las ganas de investigar, de descubrir, de seguir creciendo… Investigación + Desarrollo + Innovación… I+D+I; un nuevo concepto a aplicar a mi día a día…

Y sigo descubriéndome y reinventándome… Nuevos destinos, nuevos puertos en los que fondear, y el mundo se sigue revelando ante mi…

Sonando: Virtual Insanity
Estado: Pletórico