Asisto como un espectador más al discurrir de los acontecimientos, esperando un desenlace propicio, un final que me convenza, un final que me convenga... Y mantengo viva la película, una cinta que no tiene fin, a la que no pongo un límite y de la que en gran parte -además- soy partícipe...
Con el frío vuelve el ansia, el jubilo del verano pasa, la alegría se torna melancolía y el color se difumina, la noche llega antes obligándonos a recluirnos en nuestras moradas... Un lugar donde se está bien, donde se respira tranquilidad y donde se reparan los daños. El tiempo se detiene... Una manta sobre un sillón que te acoge, que te invita a pasar y quedarte... Que te atrapa y te abstrae de la realidad, de lo inhóspito del exterior... un sitio donde no hacer nada, donde abandonarse a una lectura tranquila, a una película insulsa o a un simple estar por estar... sin mas palabras que las que están por decir, que las que estén por salir...
Una invitación abierta sin fecha de caducidad, una búsqueda de un desenlace de esta trama argumental que se lía y se aclara; que va y que viene con giros sorprendentes, con actitudes inesperadas y con pasos firmes que buscan un final que no llega... Sin embargo, como todo, llegará... Y no dudo que será lo mejor para ti... lo mejor para mi... lo mejor para los dos...
Sonado: She
Estado: Tenaz