lunes, 19 de mayo de 2008

Mierda de lluvia...

Estos días lluviosos me han traído ciertas cosas a la cabeza. Visiones de una forma de entender las cosas moldeadas por situaciones que en el tiempo se convierten en cotidianas. Es gracioso comprobar como los que más se quejan por la lluvia, son los que más agua necesitan.

Nunca veras a una persona del norte quejarse porque llueve, lo ven como algo natural, algo necesario para conservar su paisaje, su cultura, y su forma de vida.

Sin embargo esos que tanto lloran cuando llega el verano y el agua empieza a escasear. A las primeras gotas de lluvia están echando pestes, maldiciendo por doquier -Mierda de lluvia-, y acordándose de su querido sol. Eso si, cuando se acercan las restricciones, o ven peligrar los niveles de sus embalses lo único que saben hacer es lamentarse por la sequía, decir lo poco solidarios que somos esos que tenemos o teniamos todo el agua que queremos, o casi, hablar de la mala gestión hídrica -que lo es- de este país y de lo necesario de una reforma en dicha política. Sin embargo de llover más no hablamos, ya que si eso sucede se te puede estropear ese fabuloso peinado, o puede que tengas que salir de casa con un paraguas…

Los seres humanos somos así, lo queremos todo sin renunciar a nada, no entendemos que todo debe guardar un equilibrio si queremos mantener nuestro estatus, nuestras comodidades. Nos acordamos de las cosas cuando no las tenemos, cuando las echamos en falta. Hablamos de cambio climático, de capa de ozono y de lo mal que estamos, eso si el día que vuelve a llover soltamos la misma cantinela…

Me encantan los días de lluvia, me encanta mojarme y llegar a casa con la sensación de frío en el cuerpo para tomarme un café o una sopita bien caliente, si la época acompaña. Por suerte o desgracia ahora vivo en un sitio donde, aunque llueve, no lo hace con tanta frecuencia como a mi gustaría… Así y todo disfruto cada vez que veo el cielo gris y el aire se carga de humedad, que me empapo y vuelven a mi memoria momentos pasados cuando un día de sol era codiciado y podía terminar con un “finu orballu”…

Sonando: Bajo la lluvia
Estado: Reflexivo

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy completamente de acuerdo contigo, aunque sé que el ser humano es inconformista por naturaleza, queremos lo que no tenemos y cuando lo tenemos nos quejamos, es lo que es. Un beso. Marian.