Deseo

Existen muchos tipos de deseos, los que pedimos al apagar una vela, las esperanzas, las buenas intenciones, y por supuesto, los físicos. Esos que muchas veces reprimimos por miedo a los rechazos o por tabús tontos impuestos por una educación represora. Este post va de neurotransmisores, dopamina, adrenalina y endorfinas.

Esos deseos incontrolados, que producen liberación ingente de drogas naturales, estados anómalos del organismo, provocados por el roce piel contra piel, un mordisco, una caricia. Descarga de adrenalina.

Estados de ansiedad, fuegos internos apagados, miradas que desnudan, miradas que enloquecen. Dejarse llevar, perder la cabeza y volverla a perder. Descargas constantes de dopamina, deseo, pasión. Terminamos con endorfinas que te devuelven a un estado de relax y bienestar. Un opioide, y analgésico natural donde lo haya. Un abrazo, mas caricias…

Efectos físicos, estados provocados, por la química interior, todo lo maravilloso que hay en estos actos simplemente explicado por un conjunto de átomos unidos, fundidos en moléculas que, al igual que dos amantes, provocan una reacción conjunta. No pensemos que somos algo diferente a un conjunto efectos físicos diseñados por componentes químicos. Pero que maravilla de química… orgánica, visceral y sobre todo exotérmica.

Sonando: Morena Mía
Estado: Neuromodulado