Poco a poco... Reapareciendo, rehaciendo, juntando trozos... Volviendo a las calles desiertas, a caminos inhóspitos...
Noches de Honky, noches de Areia... Noches de calor... Siendo conscientes de lo mucho que cambiamos a lo largo de nuestras vidas, es curioso comprobar, como normalmente nos quedamos con imágenes que damos por ciertas, invariantes en el tiempo...
Y sigue brillando esa estrella, que en un momento murió y nunca más volverá a lucir, eclipsada por unos actos, eclipsada por la luz de tantas otras brillando en el cielo... Recuerdos de momentos que han quedado plasmados en instantáneas cómplices...
Y nacen estrellas, con fuerza, con pasión, devolviendo colores... Fijas discontinuas que en algún momento, por un campo gravitatorio imaginario, atraparán bajo su influencia un cuerpo extraño...
Propuestas lanzadas, manos tendidas, testigos recogidos... Ahora solo cabe esperar...
No se si a todo el mundo le pasa, pero me he dado cuenta que mis instintos primarios están muy arraigados – esos heredados del homo antecesor – esos que me obligan a mantener mi listón, para algunas personas demasiado alto o por encima de mis supuestas posibilidades... Esos que mantienen vivo en mi el depredador, que me transforman en ciertos momentos y que raras veces puedo mantener bajo control...
Y sigo cayendo en los mismos errores, y sigo con mis mismas obsesiones...
Me gustaría deshacer cosas, poder tener una nueva oportunidad, aunque no me arrepiento de nada... Yo no estoy hecho para eso... Y vuelvo a tener muchas cosas que decir, las ideas empiezan a brotar sin cesar... Habrá que poner diques de contención...
Sonando: Los olvidados
Estado: Fascinado
Noches de Honky, noches de Areia... Noches de calor... Siendo conscientes de lo mucho que cambiamos a lo largo de nuestras vidas, es curioso comprobar, como normalmente nos quedamos con imágenes que damos por ciertas, invariantes en el tiempo...
Y sigue brillando esa estrella, que en un momento murió y nunca más volverá a lucir, eclipsada por unos actos, eclipsada por la luz de tantas otras brillando en el cielo... Recuerdos de momentos que han quedado plasmados en instantáneas cómplices...
Y nacen estrellas, con fuerza, con pasión, devolviendo colores... Fijas discontinuas que en algún momento, por un campo gravitatorio imaginario, atraparán bajo su influencia un cuerpo extraño...
Propuestas lanzadas, manos tendidas, testigos recogidos... Ahora solo cabe esperar...
No se si a todo el mundo le pasa, pero me he dado cuenta que mis instintos primarios están muy arraigados – esos heredados del homo antecesor – esos que me obligan a mantener mi listón, para algunas personas demasiado alto o por encima de mis supuestas posibilidades... Esos que mantienen vivo en mi el depredador, que me transforman en ciertos momentos y que raras veces puedo mantener bajo control...
Y sigo cayendo en los mismos errores, y sigo con mis mismas obsesiones...
Me gustaría deshacer cosas, poder tener una nueva oportunidad, aunque no me arrepiento de nada... Yo no estoy hecho para eso... Y vuelvo a tener muchas cosas que decir, las ideas empiezan a brotar sin cesar... Habrá que poner diques de contención...
Sonando: Los olvidados
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